jueves, 22 de enero de 2009

INFORMATIVO 2 (internacional) El Contraataque de los colonos del siglo XXI: Invasión a Raposa Serra do Sol

Por Redacción

Durante 30 años los indígenas Macuxis y otras tribus (yonomami, wapixana, wai-wai, ingaricó, taurepang, waimiri-atrari y patamona.) lucharon para que el gobierno brasileño finalmente los reconociera como los dueños legítimos de aquellas tierras que históricamente han habitado, finalmente el presidente Lula da Silva en 2005 firmó el decreto de homologación de tierra indígena. Así, los 1,67 millones de hectáreas de Raposa Serra do Sol que se ubican en el estado de Roraima (al norte del Brasil siendo fronterizo con Venezuela), se convertirían en reserva indígena.
Con esto se pondrían fin a años de ocupación y explotación a manos de poderosos terratenientes, sin olvidar las enormes cantidades de muertes indígenas durante el periodo de colonización, a manos de invasiones y disputas españolas, luso-brasileñas, holandesas e inglesas.
Poderosos terratenientes/colonos de los cuales se dice que son ese 4 % de la población dueño de a mitad de la tierra cultivable de ese país, recordemos que en la tierra “paraíso” no ha habido reforma agraria propiamente tal y que cerca de un cuarto de su enorme población se encuentra bajo la línea de la pobreza. Si bien la administración de Lula se vanagloria de estar llevando a cabo la mayor reforma agraria de la historia de país, para los más críticos esto no pasa a ser más que la simple formación de pequeños y a veces no muy fértiles campamentos, mientras los históricos latifundios permanecen intocables:


Raposa Serra do Sol, no sólo es una selva llena de tribus, hay 251 profesores indígenas en 113 escuelas, donde opera la Escuela Agropecuaria de Surumu, que forma técnicos de nivel medio (uno de los principales medios de subsistencia son los rebaños de ganado que maneja la comunidad).
Dentro del territorio demarcado seis arrozales ocupan 6 mil hectáreas, con tierras de regadío, en las márgenes de los ríos Cotingo, Tacutu y Surumu. Todos en tierras apropiadas de la Unión. Utilizan agrotóxicos, destruyen la vegetación folicular, desecan lagunas y canales, abren surcos para canalizar el agua de los ríos hacia sus tierras. La misma agua, contaminada con agrotóxicos e inutilizable para el consumo, vuelve al río, matando los peces.

¿Agronegocio o Agrogenocidio?

Sin embargo, los poderosos terratenientes no contentos con hacer lobby contra una efectiva reforma agraria, no se quedarían tranquilos con la formación de la reserva indígena, sobre todo cuando mucho de este territorio es ideal para el lucrativo agronegocio (cultivos de arroz, celulosa, soja, caña de azúcar, arroz) que a través de los años y con ayuda del estado en alianza con compañías transnacionales, los han constituido como la clase dominante del Brasil. Los terratenientes en la actualidad poseen 6 arrozales ocupando seis mil hectáreas dentro del territorio demarcado como reserva y se ha denunciado que en estos cultivos se emplean agrotóxicos que destruyen la vegetación, secando canales y lagunas, además de la continua extracción de agua de los ríos para sus cultivos, agua que retorna a los ríos contaminada e imposible de consumir, que por supuesto mata a peces y otros seres vivos, sin olvidar las serias consecuencias para la salud para los seres humanos que beben del río.

Ante la posible pérdida de beneficios producto de la demarcación del territorio como reserva indígena, el empresario arrocero Paulo César Quartiero y acalde de Pacaraima (pequeña municipalidad cercana a la reserva) decide encabezar a un grupo de terratenientes que se niegan a abandonar los territorios de la reserva. Así, usando sus influencias en el Estado de Roraima, logró que el gobierno regional le pida al tribunal supremo del Brasil que permita que los terratenientes se queden en la reserva. De acuerdo al jurista e historiador español Bartolomé Clavero, el empresario arrocero en muchas de sus conferencias ha afirmado:
- Que la demarcación del territorio indígena atenta contra el derecho de Brasil al desarrollo y perjudica a “los indios” mismos por separarles de “la civilización” que también les puede hacer progresar;
- Que un territorio indígena fronterizo constituye un grave peligro para “la soberanía nacional” poniendo en riesgo la integridad de Brasil;
- Que tanto los antropólogos como las organizaciones no gubernamentales se han convertido en otros tantos peligros contra el derecho y los intereses brasileños;
- Que la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas responde a una conspiración internacional para debilitar a los Estados emergentes de América Latina;
- Que sería “traición a la patria” cualquier acción federal favorable a dicha Declaración;
- Que es también muestra de insolidaridad antipatriótica que unas comunidades indígenas se empeñen en acaparar más tierras de las que necesitan para su mero sustento material, etc., etc.

Sin embargo, el líder del frente anti-indígena no conforme con no reconocer a la sociedad indígena, como buen descendiente de invasores lusos, ha iniciado una verdadera guerra colonial en nombre del bienestar del Brasil, pareciera que para este empresario y buena parte de la sociedad eurobrasileña, lo indígena sigue siendo ajeno e indeseable para la sociedad brasileña. Haciendo caso omiso del estatus de reserva indígena de Raposa Serra do Sol, los terratenientes han contratado pistoleros armados con rifles y bombas caseras para aterrorizar a la comunidad Makuxi. Estos pistoleros al estilo de los antiguos bandeirantes (hombres que eran especialistas en ir a la selva para atacar indígenas y esclavizarlos, debido a su enorme violencia, los jesuitas muchas veces se les enfrentaron) se internan en la reserva usando camionetas off road, pisoteando incluso lugares sagrados. Como prueba de este continuo acoso, el Consejo Indígena de Roraima hizo pública esta grabación, hecha por las propias víctimas:



El ataque data de a mediados de 2008, en el que 10 makuxies no armados fueron heridos, seis de los cuales eran niños. Quartiero quien contrató a los pistoleros, fue detenido y puesto en libertad a la noche después de pagar una fianza. Siendo esta la prueba del verdadero Agrogenocidio que se está perpetrando hoy en el Brasil.
Las reacciones de los medios y de la sociedad en general, no se hicieron esperar, como este pequeño cortometraje hecho para apoyar a los Makuxies:



Entrevista de TV Assembléia a Djacir Melchior da Silva, cacique de los Makuxies, hecha en agosto de 2008:

Parte 1:


Parte 2:


Controversia entre indígenas y blancos:


La Compañía de Información y Proyectos Originales junto a la ONG Pueblos Hermanos, crearon este documental para difusión internacional llamado: “Raposa Serra do Sol: la lucha decisiva”

Parte 1

Parte 2


Parte 3


El gobernador de Roraima compara las acciones de los indígenas con el terrorismo:



Las fuerzas armadas del Brasil al igual que los terratenientes ponen en cuestión la existencia de la reserva, argumentando que al estar en la frontera se pone en peligro la soberanía nacional. Posiblemente tal cuestionamiento tiene su origen en la representación del indígena que se tiene en Brasil. Paulo Mandos (asesor político del Consejo Indigenista Misionario) al respecto afirmaba que en caso de que el tribunal supremo permita que los terratenientes se queden en la reserva, sería reconocer simbólicamente que los indígenas “no poseen nuestra misma alma nacional, no son confiables y que debemos, por lo tanto, retomar la guerra colonial para su reducción y dominación definitivas.”:



Trincheras en Roraima:



Makuxi acusado de terrorismo


Claro esta, los terratenientes también tienen sus simpatizantes en la sociedad civil, declaraciones de Quartiero en el video:



Quartiero detenido por la policía federal brasileña:


También conviene recordar que la mayoría de las personas pobres del Brasil, corresponden a personas indígenas y africanas, ya la Organización Internacional del Trabajo en 2003 denunciaba que en Brasil: “El género y la raza son factores determinantes para que grandes sectores de poblaciones marginadas accedan o no a trabajos decentes y tengan la posibilidad de luchar por un espacio de dignidad que les permita la opción de superar la pobreza”. Pequeño reportaje sobre el negado racismo al interior de la sociedad brasileña:


La guerra de Roraima ha traído a debate en muchas partes del mundo la existencia de la supuesta unidad latinoamericana que los medios de comunicación, principalmente de Usa difunde, de hecho en la América de habla hispana son pocos latinoamericanos lo que se autodefinen así mismos como latinos (en el un futuro me referiré a los efectos nocivos que trae para todos los americanos el empleo de esta etiqueta).
En Brasil al igual que otros países latinoamericanos no existe una verdadera igualdad racial, básicamente sigue intacto el mismo sistemas de castas, suavizado, basado en la raza que dejaron los colonos europeos, pues estos no se fueron, son los mismos que gobiernan América desde su colonización.
Para finalizar e invitar a la reflexión, un comentario del ya difunto psicoanalista y poeta brasileño, Helio Pellegrino: "El indio se perfila, como un enigma que al descifrarlo tiene el poder de revelar nuestro rostro. Este rostro es con frecuencia, feo, mezquino, arrogante, ambicioso, impersonal, violento. Delante de aquello que es diferente de nosotros, somos obligados, en términos de existencia, a cuestionar nuestra ilusión de omnipotencia y la mentirosa hegemonía que nos transforma en usurpadores y falsos señores del mundo."